Judit Igual

Tras unos meses sin saber muy bien cómo enfocar mi vida, vi que necesitaba unos días para dejar todo a un lado y pararme a pensar. Decidí venir a visitar a las Hermanas Agustinas de Sant Mateu y he de decir que ha sido todo un regalo, una bendición.
Desde el primer día me he sentido muy acogida por todas, haciéndome partícipe en la oración, en las exposiciones, ofreciéndome todo lo que tienen y todo lo que son.
Me he sentido muy comprendida y apoyada ya que muchas de las conversaciones que he podido tener con ellas me han dado luz y me han permitido entrar en el descanso.
Han sido también tres días de meditar, de estar a solas con el Señor. Tres días de paz interior en los que he visto los motivos de muchas de mis actitudes de este tiempo atrás y en los que he visto que, a partir de ahora, debo enfocar mi día a día de otra manera: con el Señor.
Hermanas, muchas gracias por compartir conmigo vuestras experiencias y por daros a los demás sin pedir nada a cambio.
Un abrazo,
Judit