Una comunidad de jóvenes del Camino Neocatecumenal, la octava de Santo Tomás de Villanueva de Castellón, nos visitó después de tener una convivencia en la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles. Comieron por San Mateo y al atardecer, vinieron al Monasterio para celebrar la Eucaristía con nosotras. El presbiterio se convirtió en un acogedor y entrañable encuentro, donde alrededor del altar; jóvenes, catequistas monjas, sacerdote y seminarista, participamos y pudimos disfrutar de esta particular forma de vivir y celebrar la Santa Misa.
Fue una tarde de comunión fraterna, y después de partir el Pan, pasaron al locutorio dónde pudimos compartir impresiones e intenciones de oración que los jóvenes nos pedían…
¡Una jornada inolvidable!