Reír y estar feliz cuando todo sonríe, es natural y sale sin ningún esfuerzo, pero vivir en la alegría, la consolación y la felicidad cuando la vida golpea duro, cuando somos visitados por la enfermedad y la muerte, no es algo que surja con espontaneidad ni las fuerzas humanas son suficientes para ello. Pero ahí es donde brilla con fuerza el Regalo de Dios, la fuerza de vida que es tener la propia existencia abierta a su gracia, a la acción continuada y confiada al Espíritu Santo. De ello se habló en entrevista a Amelia Verges (72 años), Amalia Seser (32 años), Jorge Barranco  (21 años), Cristina Pastor (12 años) y Ana Gomez (6 años). De ello nos dio impresionante testimonio Rosa Pich (madre de 18 hijos -3 de ellos fallecidos por enfermedad cardiaca- y viuda de Chema Postigo), y sus dos hijos Alvaro y Pepa Postigo Pich.